No sé por qué el fuego me es ausente
y el vino se hace espeso en este vaso,
ni por qué tiene forma de fracaso
el recuerdo que llega de repente.
Si quise con mi trazo decadente
dibujar su sonrisa en el ocaso
y en el caudal de sombras del acaso
fundar la fe de cuerpo transparente
querré seguramente que se lea
amor cuando el amor nombrado sea
al temblor en que el verso se edifica.
Pero esta noche en que se espesa todo
sólo quiero mirar la luz del mismo modo
del hombre al que el olvido crucifica.
Si el olvido se apoderara resucitaria, solo el recuerdo me crucifica. Lo que antes fue fuego ahora solo es un camino de cenizas. Gracias jose, precioso de verdad
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